Ese es el titular de un articulo que se publicó a finales del 2024 en el periódico inglés «The Guardian»: theguardian.com/technology/2024/sep/15/data-center-gas-emissions-tech
En este articulo la periodista Isabel O’Brien analiza la metodología para contabilizar las emisiones de los centros de datos.
Comentan que «Amazon es el mayor emisor de las 5 grades por delante de Google, Microsoft, Meta y Apple.«
Su modelo de negocio dificulta aislar las cifras de emisiones especificas de los centros de datos. Contabilizan sus almacenes, la logística de comercio electrónico, oficinas, locales comerciales, …
Lo llaman a eso «Contabilidad creativa» y utilizan más trucos para este engaño: Los certificados de energía renovable (REC)
Esos certificados (REC) los adquieren las empresas para demostrar compra de electricidad generada con energía renovable.
Pero una cosa es comprar y otra utilizarla en sus instalaciones, es más pueden comprarla y se produce en otra ciudad.
El Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GEI) permite que las RECs se utilicen en informes oficiales.
Eso supone que si se excluyen las RECs se tienen los datos de emisiones reales, los de la propia ubicación del centro de datos. Las emisiones reales generadas en el sitio.
Comentan también en el articulo: «Las emisiones de los centros de datos a nivel mundial se acumularán hasta alcanzar el equivalente a 2500 millones de toneladas métricas de CO₂ para 2030» y en vez de usar Santiagos Bernabeus como medida usan países:
«Si estas cinco empresas fueran un solo país, la suma de sus emisiones reales en 2022 las situaría como el 33 país con mayores emisiones.»
Y esto no termina aquí porque si se profundiza encontramos que se fabrican mal los centros de datos con cementos y tal.
Y aunque sean muy creativas las grandes tecnológicas ocultando las emisiones rematan en el articulo: «Se prevé que sigan aumentando. Se prevé que la demanda de electricidad de los centros de datos se duplique para 2030 debido a la carga adicional que supone la inteligencia artificial»
Algunas voces hablan de que las redes eléctricas actuales no podrán soportar esta creciente demanda energética.